UN COMPROMISO MULTIDIMENSIONAL CON STOP KILLER ROBOTS

La campaña internacional Stop Killer Robots aborda la Guerra de Ucrania en algunas de sus dimensiones. Si bien el llamado no parece tan claro y urgente, el tema se relaciona con los determinantes morales de la existencia de armas autónomas en los conflictos que, aun cuando se rigen por las normas y el derecho internacional, no se observan por lo que representan en sus efectos integrales. Así, las consecuencias que se derivan entre el carácter inhumano tanto del ataque como de la recepción y el uso sistemático y desordenado de la inteligencia artificial (IA) en las armas exigen una rendición de cuentas más objetiva. Una hipótesis es que las armas autónomas pueden victimizar a las poblaciones civiles, sea accidental o deliberadamente, según el nivel de animosidad. En ese sentido, vale señalar que la campaña se torna urgente en al menos tres aspectos que tocan la guerra en Ucrania: la ausencia de un acuerdo sobre estándares éticos a fines de 2021, lo que demuestra la fragilidad del sistema multilateral para garantizar límites este tipo de controversia; la naturaleza de una guerra asimétrica e informativa rusa en curso en Ucrania, que alberga a ambas partes en el uso del armamento autónomo del conflicto; y el uso de armas autónomas contra la población civil desplazada.