El Proceso de Investigación Socioeducativa

Con la presentación de este tema se pretende comprender los aspectos de planificación y ejecución de la investigación, conociendo las distintas fases para poder realizar una investigación socioeducativa desde las distintas perspectivas metodológicas (empírico-analíticas, humanístico-interpretativas y orientadas al cambio y a la toma de decisiones), así como las acciones a realizar en cada una de ellas.

El proceso de investigación tiene sus inicios en una pregunta ante un hecho o situación sin una respuesta satisfactoria. Para dar respuesta a esa pregunta el investigador ejecuta una serie de actividades, tan relacionadas entre sí que el primer paso que se realiza determina en buena parte la naturaleza del siguiente. Cuando al inicio de una investigación no se han tenido en cuenta los pasos a seguir en las distintas etapas, pueden surgir serias dificultades e incluso imposibilitar la conclusión de un estudio. A veces estas dificultades no pueden ser remediadas en el momento en que se hacen aparentes, a causa de hallarse enraizadas en los primeros pasos. Únicamente pueden evitarse teniendo en cuenta en cada etapa las exigencias de las siguientes (Hernández et al., 2018).

Todo proceso de investigación consta de varias fases: definición del problema de investigación, elección de la estrategia o diseño del estudio y planificación de las actividades. Como señalan Anguera et al., (1995, citado en Cubo et al. (2011)  pueden agruparse en tres niveles básicos: (I) La primera fase (nivel teórico conceptual) consiste en definir el problema a investigar, que ha de incluir la justificación del estudio, el propósito general, los objetivos específicos y la definición de la hipótesis operativa, que ha de ser contrastable por métodos. (II) En la segunda fase (nivel técnico metodológico) se decide el diseño o estrategia general que se va a emplear para dar respuesta a los objetivos y contrastar la hipótesis de investigación. En este nivel se vinculan los planteamientos teóricos previos con la realidad empírica. Esta decisión debe realizarse partiendo de un buen conocimiento de las características y ventajas de los distintos tipos de estudios, primando aquellos que garanticen una mayor validez y adecuación al objetivo, teniendo también en cuenta los recursos humanos, económicos y de tiempo disponibles. Una vez decidido el objetivo y el diseño se han de planificar las distintas actividades del estudio, que incluyen la definición de la población de estudio, la determinación del tamaño muestral, el método de selección de la muestra, los criterios de inclusión y exclusión, el periodo de estudio, la selección y definición de las variables, las fuentes de información que se van a utilizar, y cómo se van a desarrollar el procesamiento y análisis de los datos. Y (III) en la tercera fase (nivel analítico) se analizan los datos e informaciones obtenidas para dar respuesta a los objetivos y/o hipótesis de partida.