Published May 28, 2024 | Version v1
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FRONTERAS Y PROBLEMATICAS CIUDADANAS

  • 1. Universidad Mayor de San Simón

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El libro Fronteras y problemáticas ciudadanas. Mirada comparativa entre Unión Europea y Región Latinoamericana es un aporte que se publica en Bolivia para contribuir a los estudios fronterizos. Este campo interdisciplinario de producción científica se cimentó en la última década del siglo XX y se diversificó a lo largo del XXI, al mismo tiempo que crecían los discursos sobre la globalización, la intensificación de los intercambios entre países, continentes y economías. Los estudios fronterizos, en gran medida, se convirtieron en un escenario privilegiado para tensionar, resistir y disputar esos discursos y su aplicación desigual entre los países del mundo (Drofman y Hernández, 2020; Tapia, 2022). Como parte de este campo de discusión, este libro propone trece capítulos de literatura científica diversa, alguna más ensayística y teórica, otra más empírica y con datos “frescos” de terreno, escrita desde geografías latinoamericanas y europeas, a partir de sus tradiciones académicas y enfoques disciplinarios específicos.

Esa pluralidad deja en claro que la discusión sobre las fronteras es un hilo conductor portador de contrastes y comparaciones fértiles para las ciencias sociales y humanas. Los procesos fronterizos son parte fundamental de la estatalidad moderna, de su historia y de su ensamblaje territorial contemporáneo (Sassen, 2010). Su control selectivo de la movilidad tiene consecuencias clave para facilitar el funcionamiento sistema mundo capitalista. En el centro de ese sistema está la tradición occidental (y europea) de los estados nacionales. Al final del siglo XX, esa centralidad europea se consolidó como un espacio “común” con un borde exterior defensivo, tan tenso para los no-europeos que ha justificado el uso del término shengenización para denominar su efecto fronterizo (como indica Rodríguez en este texto). Parte de ese debate apunta centralmente a la ciudadanía y a su relativización a partir de la clasificación de las personas migrantes, como deseables e indeseables (Agier, 2022). En nuestro continente, la población de América Latina en su relación con la frontera norte hacia Estados Unidos (y luego Canadá) experimenta también este tipo de situaciones.

Sin embargo, las fronteras internacionales de los países del sur usualmente se relacionaron con connotaciones específicas. Los límites latinoamericanos se han vinculado (y aun lo hacen) al nacionalismo y a la reivindicación defensiva de las fronteras (Alija, 2019)2. En los bordes del sistema capitalista, en el denominado Sur Global, desde la memoria colonial y la desposesión, se registran características sociales y políticas particulares en las fronteras. Pese a eso, hablamos de la misma categoría y existen fenómenos fronterizos que se sufren de forma similar, como se puede constatar en los últimos años ante el incremento de las migraciones, de su control. La movilidad transfronteriza, sobre todo la terrestre y de personas en situación precarizada, ha sido particularmente criminalizada entre los países sudamericanos. De hecho, se han registrado reacciones xenófobas y aporofóbicas (como recuerda Moraga en este libro), el desarrollo de dispositivos espectacularizados para el control fronterizo (De Marchi y Alvites, 2022) y el establecimiento de dificultades para generar una ciudadanía política sudamericana común (Alvites, 2019).

Más allá de estas lógicas específicas, las fronteras internacionales suponen efectos que la mayoría percibimos en nuestra experiencia cotidiana y que superan la enseñanza de los mapas escolares sobre los límites de los estados modernos (aunque ese aprendizaje y repetición de la cartografía oficial tiene una relevancia central, como señala Benedetti en este texto). Percibimos las fronteras al movernos de un país a otro, en el control migratorio o aduanero, ya sea cuando lo enfrentamos, cuando lo evitamos o lo burlamos, con diferentes dosis de miedo y desconfianza. También están presentes cuando compramos bienes cuyo origen distante o transfronterizo conocemos, intuimos y, muchas veces, aprovechamos. Incluso evocamos las regiones fronterizas cuando disfrutamos,

gestionamos o explotamos los paisajes de las reservas naturales o de los cursos de agua limítrofes, en las zonas poco habitadas que caracterizan gran parte de los confines del país que habitamos y donde asumimos que comienza, de forma borrosa y opaca, el de los otros. Estas y otras situaciones de movilidad, pertenencia, diferenciación, asimetría, vigilancia, intercambio y encuentro, marcadas por materialidades y tecnologías diversas, a su vez son resignificadas cuando las leemos en las noticias publicadas por la prensa o en los comunicados oficiales de los gobiernos que persiguen el delito y defienden, con aparente legitimidad indiscutida, su territorio soberano y la seguridad para sus ciudadanos (sobre todo de esos que se portan bien). Estas experiencias, comunes, en términos generales, a nuestra vida contemporánea se analizan con diversas tesituras y enfoques en este libro.

Los aportes que componen esta obra dialogan con una amplia producción científica interdisciplinaria que hace a los estudios fronterizos. En las Américas contamos con revistas científicas consolidadas3, formaciones de postgrado específicas4 y redes de trabajo5 que se destacan en este campo. En algunos casos, son espacios donde no sólo se exploran los bordes internacionales, sino las fronteras como una categoría teórica y social que permite comprender diversos territorios y en múltiples escalas, a veces sobrepuestos, subordinados o en conflicto (Benedetti, 2020). Cabe agregar que se trata de un campo que dialoga con otros muy próximos, pero con los que se diferencia por su objeto de análisis, como lo muestran varios de los capítulos acá compilados. Ejemplo de eso son los estudios migratorios o las relaciones internacionales con sus enfoques asociados al comercio internacional, transfronterizo o a las relaciones diplomáticas (con sus ramificaciones paradiplomáticas, entre otras). Asimismo, la geografía social y la geopolítica, sobre todo en sus versiones críticas, son campos que alimentan centralmente a los estudios fronterizos, de donde se retoman categorías, teorías y métodos. Quiero destacar que por lo menos cinco de los capítulos del libro se centran en fronteras de y con Bolivia. Como evidencia este texto, coordinado por Alejandra Ramírez, Yolanda Alfaro y Alina Stoica, existe una preocupación emergente por los estudios fronterizos en este país. Prueba de ello son algunos artículos recientes que se centran en las fronteras bolivianas (Sánchez, 2018; Müller, 2021; Arraya, 2022), aunque también hay estudios que las abordan de forma lateral (Alfaro y Ramírez, 2019; Jiménez, 2021). Este apunte no es menor, dado que el lugar desde el que se posicionan las/os investigadoras/os para entender la frontera define límites y posibilidades analíticas (Benedetti, 2018); es decir: la sitúan. Por eso es interesante revisar los estudios que abordan la frontera boliviana desde Brasil (Rabossi, 2019; da Costa, 2020), Argentina (Porcaro, 2020; Teruel y Elbirt, 2023) y Chile (Ramos y Tapia, 2019; Tapia, 2022). ¿Cómo se nos estudia desde el otro

lado? Pensar las fronteras bolivianas desde Bolivia, en diálogo permanente con los esfuerzos académicos de los países vecinos, es importante. Puede aportar elementos para analizar, con menos dramatismo y más crítica, la forma en que experimentamos y gestionamos el territorio y, en última instancia, la eficacia de las políticas públicas que se aplican sobre las zonas fronterizas. Bolivia es particularmente dependiente de los cruces de frontera. Pocos de ellos se registran oficialmente y ─pese a su penalización─ facilitan el acceso y el consumo de bienes para buena parte de su población. Por eso, desconocer o subestimar los desafíos de la movilidad transfronteriza o enfrentarla sólo con respuestas punitivas es, cuando menos, contradictorio y seguramente ineficaz. En cambio, el desafío es comprender cómo se desarrollan, cultural y ambientalmente, las regiones fronterizas desde sus ciudades, paisajes, tránsitos y tensiones con los países vecinos, para repensar su relación con el mismo territorio del país.

El ejercicio comparativo con los pares sudamericanos y con otros países más distantes, como los norteamericanos y europeos que se convocan en este libro, es central para el avance de la ciencia social. Por una parte, implica conocer críticamente, adaptar, construir y complementar estrategias metodológicas que permitan hallazgos innovadores y creativos. Por otra parte, amplía la construcción de redes científicas y permite actualizar las vertientes teóricas sobre las cuestiones fronterizas para discutirlas y someterlas a contrastes epistemológicos y empíricos locales. Este tipo de prácticas académicas son interesantes respecto a fronteras espectacularizadas y mediáticas, como las de Estados Unidos-México y de Schengen en Europa, pero son aún más urgentes respecto a los países de Sur Global. Revisar bordes, menos mediáticos (o incluso aburridos), pero muchas veces igualmente conflictivos y, por momentos, violentos es clave para entendernos y criticarnos sin condescendencia colonial y desde una lógica situada. Los capítulos de este libro son punto de referencia en ese sentido, al promover investigaciones situadas y avanzar en ese desafío.

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PUBLICADO Fronteras y Problematicas Ciudadanas_ABRIL 29 (1).pdf

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Additional details

Additional titles

Translated title (English)
BORDERS AND CITIZEN ISSUES
Translated title (Portuguese)
FRONTEIRAS E QUESTÕES DO CIDADÃO

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Is continued by
Publication: 978-99905-72-03-2 (ISBN)
Is documented by
Book: 978-99905-72-02-5 (ISBN)