Troponinas de alta sensibilidad como factor de riesgo cardiovascular

Los eventos cardiovasculares representan una proporción importante de la morbimortalidad a nivel mundial, por tanto, suponen una carga importante en términos de economía y salud pública. Uno de los objetivos principales en el ámbito médico es prevenir los eventos cardiovasculares, lo cual exige la identificación de la población en riesgo. Esto ha supuesto un genuino reto desde hace décadas. Aunque existen tablas y escalas utilizables para establecer riesgo cardiovascular, estas siguen presentando fallas para predecir con eficacia todos los casos de eventos cardiovasculares, en particular en poblaciones étnicas selectas. En este sentido, la troponina I de alta sensibilidad (TASI) y la troponina T de alta sensibilidad (TAST) han emergido para dar una posible solución a esta problemática. Tanto la TASI como la TAST tienen la capacidad de predecir con bastante precisión eventos cardiovasculares, por lo que su estandarización y uso no están lejos de la actualidad. Sin embargo, se deben realizar más estudios para definir puntos de corte específico para distintas poblaciones para no caer en la misma problemática que ya se tiene con los factores de riesgo más tradicionales. El objetivo de esta revisión es examinar la viabilidad de la evaluación de las troponinas de alta sensibilidad como un factor de riesgo cardiovascular y la evidencia que las respalda.