Efectos de la exposición al calor sobre la salud

El cambio climático ha producido efectos meteorológicos extremos, como olas de calor graves y prolongadas en regiones con un clima tradicionalmente moderado. Una ola de calor se define como un periodo continuado de tiempo inusualmente caluroso, pero no existe una única definición aceptada y en los estudios de investigación se aplican múltiples indicadores de exposición al calor. El proceso de termorregulación es complejo y depende de mecanismos centrales (cerebrales) y periféricos, principalmente la sudoración y la dilatación de los vasos sanguíneos de la piel. El envejecimiento, como proceso fisiológico, puede disminuir la eficacia y la capacidad de control del calor, lo que convierte a las personas mayores en una población vulnerable. Las consecuencias relacionadas con el calor se perciben como un problema de salud pública de gran y creciente importancia y la exposición excesiva al calor contribuye a aumentar la morbilidad y la mortalidad en todo el mundo. El riesgo de sufrir los efectos adversos de la exposición al calor depende de diversos factores, como la edad, las comorbilidades y los factores ambientales, sociales y económicos. Las secuelas del estrés térmico dependen de la gravedad y la duración de la exposición y pueden variar desde síntomas leves hasta los que ponen en peligro la vida. Las enfermedades relacionadas con el calor incluyen edema (hinchazón de piernas), sarpullido, calambres, síncope (casi desmayo o desvanecimiento), agotamiento e insolación. Las enfermedades relacionadas con el calor suelen estar asociadas a la deshidratación y al desequilibrio electrolítico. Las enfermedades crónicas que prevalecen en la mayoría de las personas mayores contribuyen a la vulnerabilidad a la exposición al calor y el estrés térmico puede causar la exacerbación de muchas condiciones. La adaptación al calor es uno de los mecanismos para reducir las enfermedades relacionadas con el calor. El ejercicio y la actividad física realizados en un entorno caluroso suponen un reto especial para la reserva fisiológica. Es muy importante concienciar a los trabajadores sanitarios, a las poblaciones vulnerables, por ejemplo, las personas mayores, y a la sociedad sobre las enfermedades relacionadas con el calor y las estrategias de prevención. Las soluciones se basan en la colaboración local, nacional e internacional. Existen múltiples iniciativas para los entornos urbanos. El cambio climático exige una investigación intensiva para comprender mejor los problemas de exposición al calor y desarrollar estrategias eficaces para minimizar el riesgo para la Tierra y sus habitantes.