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1. INTRODUCCIÓN
Este ligero artículo hablaremos sobre el éxito y su relación no tan económica con nuestro
accionar y pensar. En primer lugar, debemos de reconocer que existen muchas definiciones
sobre éxito entre los cuales podríamos destacar las mencionadas por Recarte (1983), Rosas
(2011), Rodríguez (2016), entre otros que concuerdan que es un resultado satisfactorio o logro
de objetivos. En este sentido, este “resultado” se ha convertido en nuestro siglo en un arquetipo
que muchas veces se vincula con dinero y estabilidad económica, así, se suele pensar que una
persona exitosa es aquella que lo tiene todo como una vida sofisticada llena de lujos, autos,
joyas, mujeres y/o varones, y más de corte material. Cuando en realidad no es del todo cierto.
2. DESARROLLO
Para Alcaraz (2017) las personas con objetivos claros deben tener algunas características para
que los hagan realizar acciones diferentes al resto, entre ellas destacan: el compromiso total,
determinación y perseverancia, capacidad para alcanzar las metas, iniciativa, toma de riesgos,
tolerancia al cambio y responsabilidad, entre otras. Si bien es cierto que, el dinero no da felicidad,
es cierto, que también juega un papel en nuestra vida y hacerlo a un lado, no es lo correcto. Lo
necesario sería es darle un escenario justo ya que es un medio que nos permite alcanzar objetivos
y cumplir metas. En cuanto a la esfera personal, si bien no podríamos abarcar tanto, pero sí
podríamos a alcanzar éxito sin tener que utilizar tanto este medio mediante la congruencia de
nuestros sueños, trabajo y valores. Así, podría existir una persona con muchos recursos, pero,
con enormes vacíos emocionales o limitadas habilidades sociales.
Con esto podemos decir que, a pesar que lo material sirve de mucho, los elementos
fundamentales de éxito personal se enmarcan en un contexto no económico, es decir, en uno
formado por una escala de valores y prioridades personales que van desde tener un buen
ambiente familiar, un hogar, pareja e hijos como crecer profesionalmente.
Estas premisas nos demuestran que, el dinero no es necesariamente todo en nuestra vida, pero
saber adminístralo y manejar de forma eficiente sí es necesario. Bajo esta consigna, tener éxito
es un panorama amplio y dependerá del lento con el que lo veamos, dependerá del escenario al
que queramos llegar y sobre todo con quién llegar y cuándo hacerlo. por su lado, Diaz (2012),
manifestó que existen en nuestra sociedad consumista pocas personas que valoran lo que tienen
y lo que vienen consiguiendo hasta el momento.
3. CONCLUSIONES
A manera de conclusión podemos decir que ser exitoso no sólo compete a la esfera material de
realización, sino también a una intangible formada por valores, sueños y metas personales, del
mismo modo, el éxito de cada uno de nosotros estará vinculado a las aspiraciones que tengamos,
muchas de ellas condicionadas por el contexto social y cultural dónde nos encontremos.